En este nuevo artículo nuestro hermano Josshua reflexiona sobre el ego y las relaciones.
"EL E G O - RELACIONES
Donde más muestra y desarrolla sus propiedades el ego es en nuestras relaciones.
Familia y en especial en relaciones de pareja.
Desde la mas corta infancia aparece en sus preferencias y rechazos. El
me gusta y no me gusta, quiero y no quiero, constituye la gran batalla
con los padres. Según la respuesta de estos a tales apetencias,
constituirá la formación de la futura personalidad humana que ha de
influir en el resto de la vida. Si estas respuestas
están básicamente influidas por padres con egos dominantes, estrictos y
autoritarios, no permiten al menor mostrarse en libertad ante la vida.
Se encerrará en si mismo, se llenará de resentimiento y posteriormente
tarde o temprano explotará con toda su rabia acumulada, callada e
imposiblemente manifestada.
Si contrariamente, es escuchado con
amor, se le facilitan respuestas lógicas y reales a sus apetencias
infantiles, crecerá con una personalidad abierta, estructurada,
comprensiva, afectiva y recta.
En resumen nunca se le debe dar a un
infante un si o un no tajante y rotundo simplemente porque el padre o
la madre lo ordena así, sin más explicaciones, por simple autoridad
paterna. Cuando el NO corresponda, debe ir seguido de su lógica
explicación y mostrar que ciertos deseos pueden afectar y perjudicar a
los demás e incluso a su propia persona en la satisfacción constante de
sus caprichos.
En el mundo de las relaciones de pareja, el ego,
transcurrida la época inicial altamente entregada al amor profundo y
apasionado, se mostrará con total hegemonía, contundencia y muchas veces
con agresividad. Mientras que si la personalidad de los amantes es
condescendiente, comprensiva y entregada, la relación caminará por puros
lazos de amor durante toda la vida.
Transcribo a continuación dos
párrafos del libro Cristo Vuelve, que definen profundamente las dos
principales características de los egos en las relaciones de pareja.
Los amantes saben cuando verdaderamente se aman y vienen el uno al otro
con ternura y amor puro, porque sus contactos sexuales constituyen
momentos de unión de mente, emociones y cuerpo, y persiste en su
consciencia después, haciendo difícil separarse el uno del otro. Son
conscientes de la belleza trascendente, una renovación de amor
emocional, en lugar de la saciedad, y de una armonía que impregna todos
los aspectos de su vida. Estos hombres y mujeres son unidos por la
Consciencia Divina.
Tristemente la Consciencia Egocéntrica personal
puede eventualmente mancillar el amor que sentían el uno por el otro y
gradualmente reemplazarlo en gran medida, dejándolos separados y solos,
tristes y emocional y físicamente debilitados, preguntándose porque tal
estado de amor hermoso y exaltado pudo disminuir y morir."
Jossuha
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